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miércoles, 11 de abril de 2012

Los más leales compañeros



A lo largo de mi obra están muy presentes los animales, ocupando un lugar muy destacado los perros, los llamados ‘’mejores amigos del hombre’’ aunque, muchas veces, parezca lo contrario; en muchas ocasiones, por las imágenes ofrecidas por los distintos medios de comunicación, y aplicándolo a todos los animales, se podría afirmar rotundamente que ‘’El hombre es el mayor enemigo de los animales’’. En mi libro Desde el interior de una lágrima hay varios poemas dedicados a estos leales compañeros. Últimamente algunas de estas composiciones han sido emitidas por Calidoscopio, el programa argentino que dirige Ana María Garrido.




(a los perros solitarios
y esclavos de la ingratitud)


SE ME DESGARRA EL ALMA

Cuando sus ladridos
estremecen el silencio
de la noche.

Sus aullidos de soledad,
de frío o de calor,
su enorme hambre de cariño,
hacen llorar a las estrellas.

Sus ojos están llenos
de comprensión,
de amor,
al más leve gesto de bondad
ofrecen todo su cariño,
sus gracias.
toda su amistad,
para luego, injustamente,
sufrir la deshumanización
del hombre.


- Radiado. 18 de diciembre de 2012


(al pobre perro vagabundo)

VAGABA

solo por la playa,
parecía jugar
con mágicos luceros,
pero su mirada
era triste
y de sus ladridos
brotaban,
sin cesar,
gritos de melancolía.

buscaba,
desesperadamente,
al amigo,
a su compañero
de travesuras alocadas,
mas sólo hallaba
miradas y caricias
llenas de un otoño
desapacible.


. Radiado. 4 de marzo 2012


HOY LINDA

perra querida,
amiga entrañable
has partido
tras liebres y gatos
celestiales
y no me has llevado
contigo.

De madrugada
me despertaron
tus tristes gemidos,
los latidos sofocantes
de tu corazón.

Tu triste mirada
se despedía en silencio.

Adiviné
tus gritos de dolor,
tus palabras calladas
me susurraban un adiós
eterno,
o quizás un ‘’Hasta luego,
José,
lo siento, pero ahora
no puedes venir conmigo’’.

Tú ordenabas
y yo, deshecho,
tenía que obedecer
y verte partir corriendo
hacia montes lejanos,
entre matorrales frondosos
y tupidos
donde miles de conejos
aguardaban,
impacientes,
para guiarte a vuestro Paraíso,

Ahora que te has ido,
con quién volveré a jugar?. Di!

Con quién pasearé
por la senda de los gatos
traviesos
que te provocaban con sus sonrisas
burlonas y misteriosas? Di!

Dime! Quién me despertará,
cada mañana, con lametazos de amor?

Con el enorme vacío que
me has dejado
en el alma, te siento
más cerca,
te presiento detrás de mis pasos
pidiéndome caricias y cosquillas;
yo te las ofreceré siempre,
porque tú, mi Linda querida,
me has ofrecido tu existencia
iluminando mi camino
con la dulzura traviesa
de tu mirada fiel.

8 de abril 2012








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