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martes, 28 de febrero de 2012




En el programa argentino Calidoscopio (poesía y música del Mundo) que dirige Ana María Garrido colaboró habitualmente. Últimamente le envié a Ana mis libros Desde el interior de una lágrima. Poemas de ausencias y el cuadernito Las lágrimas de Gustav Mahler, de este último poemario me ha leído los siguientes poemas:


LA NOCHE SE ADELANTÓ A MIS DESEOS,

Vestidos de un otoño irreal.

Mis palabras se ocultaban
en un abismo desconocido.

No querían partir
hacia la blancura imperfecta.

Tenían miedo de saborear
otras lágrimas amargas,
desconocidas.

Ya era hora de descansar
de tanto sufrimiento.

Entonces, la noche dibujó
el último poema de amor.


-Radiado 18 de diciembre 2011


LOS SILENCIOS DE LA NOCHE

chillan ausencias
de otras primaveras,
iluminan las viejas sendas
por donde fuimos felices
compartiendo pequeños tesoros
sencillos y cotidianos.

Como ahora, y como siempre ocurrirá,
las horas se alejan fugazmente.

Desaparecen
en el espejo de las miradas
nebulosas
y,
cada vez,
estamos más solos,
nuestros seres queridos
fueron partiendo por caminos
solitarios y fríos.


-Radiado 12 de febrero


ENTRE VERSOS

taciturnos
y silencios egoístas,
borrachos
de sueños,
pretendo alcanzar
el gran valle
blanco.

Necesito perderme
por la senda de la inocencia.

Es preciso llegar
antes de que sea
demasiado tarde,
y la noche sepulcral
borre para siempre
todos mis poemas
de amor,
antes de que el viento
sacuda el polvo cálidamente
gris de mis vivencias.

No quiero desprenderme
de mis absurdas fantasías.

Quiero gritar,
despojarme de su ingenuidad
alocada,

para leer en su candor
todos mis temores.

Deseo ahogar cada una
de mis lágrimas
con las melancolías
del ayer.
Pero no puedo,
no consigo traspasar la niebla,
y mi senda,
me abandona definitivamente.


-Radiado 12 de febrero de 2012


SUENAN LAS NOTAS MELANCÓLICAS

de una sinfonía de Malher.

Hace frío.

La lluvia impertinente
juega con la inocencia de los recuerdos.

Las horas no paran de laborar
su destino,
un destino que no pretende
grandes logros.

Sus metas ya llegarán
cualquier atardecer,
no es necesario que avisen,
serán recibidas con grandes honores.

Hace frío.

Llueve.

Las notas se diluyen en emociones
extrañas,
nunca vividas.

Paisajes lejanos, perdidos
en un tiempo borroso,
caótico.

En el cristal de unos ventanales tristes
resbalan las últimas lágrimas del músico,
mientras el poema, mi poema de amor,
sueña con la esperanza
del nuevo día.

Gracias, Gustav, por entregarme
lo más bello de tu vida.


Radiado el 19 de febrero de 2012






,

me gustaría vivir tranquilo
con los míos
viendo amanecer,
cada mañana,
con nuevas esperanzas
en el bolsillo.

Tener en la agenda
proyectos interesantes
para llevar a cabo,
y no encender
la televisión
o abrir las páginas del periódico
y encontrar
noticias llenas de sangre.

Quiero dejar
de llorar en silencio
temblando de rabia
y de impotencia.

Deseo soñar
con la tierna inocencia
de mis versos
melancólicamente azules.


- Radiado 19 de febrero de 2012






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